Si la lluvia es la mejor aliada de tus plantas, el granizo es definitivamente su peor enemigo. Y es que durante la temporada de lluvias la probabilidad de presenciar este fenómeno meteorológico incrementa considerablemente por lo cual es importante saber cómo puedes protegerlas de este para que no resulten dañadas tras una tormenta.
El granizo es un hidrometeoro, constituido por partículas de agua en estado sólido (es decir congeladas, hechas hielo) que puede ser esférica, de superficie lisa o irregular. Su tamaño puede variar entre 5 mm y 12 cm pero han existido casos donde se dan de 20 cm.
Los daños que ocasiona el granizo en los cultivos pueden ser ligeras roturas en las hojas o pequeños golpes en los frutos hasta destruir totalmente el cultivo. Por lo cual las plantas que tienen pequeños daños no se dedican a crecer se mantienen en periodo generativo, dedicadas especialmente a tratar de curar sus heridas olvidando por completo el crecer.
Para contrarrestar los daños se hacen diferentes tipos de aplicaciones dependiendo el daño que ocasiono el granizo:
+ Aplicación de secantes
+ Fungicidas
+ Nutrientes foliares o aminoácidos que serían encargados de prevenir problemas en el cultivo como ayudar a mejorar los daños un poco más rápido sin tener pérdidas económicas tan grandes.